Una de las situaciones más desesperantes en la que posiblemente todos tememos encontrarnos es la de abrir un día la puerta de nuestra vivienda y darnos cuenta de que alguien ha entrado y nos ha robado. La sensación de encontrarnos indefensos frente a este tipo de delitos es inevitable y difícil de olvidar.
En estos casos se vuelve prioritario recuperar la normalidad en el menor tiempo posible. Hablamos de reparar los daños materiales causados y la reposición de todos o parte de los bienes sustraídos. Para ello recurrimos a la póliza de seguros de hogar que tenemos contratada y esperamos que la compañía nos ayude a recuperar esa normalidad lo antes posible.